31 de diciembre de 2015

10 CONSEJOS PARA QUE LA ERA DIGITAL NO AFECTE TU PRODUCTIVIDAD




Llega un punto de tu vida en el cual te encuentras atado, atrapado a los dispositivos y plataformas digitales, mientras te encuentres así ten en cuenta que cada minuto que lo sigas aumenta el riesgo de que te desconectes y pierdas por completo la concentración en el trabajo, la ofi y sobre todo y algo muy importante en tu vida personal, para evitar eso te traigo unos  consejos para que equilibres tu vida digital con el universo offline.

1. Desactiva las notificaciones. 

No tengas miedo de hacerlo. Las notificaciones, aunque son un “veneno hermoso” que muchas veces ayuda, otras te mata. Hoy, la tecnología permite elegir qué notificaciones quieres recibir y cuáles no. Por ejemplo, puedes empezar con bloquear las notificaciones después de una hora apropiada de la noche o los avisos sobre comentarios en tu perfil de Facebook, así podrás disfrutar tu propio espacio personal.

2. Determina en qué plataforma no debes estar. 

No todas las redes sociales y plataformas digitales te benefician. Por tanto, elige cuáles son indispensables para realizar tus labores cotidianas y cuáles revisas por ocio.

3. Aprende a tomar distancia. 

Esto significa que dejes el teléfono cuando salgas a relajarte, vence la nomofobia (miedo a estar lejos de tu smartphone). Para contrarrestar este temor, puedes salir a caminar. Esa sensación de urgencia por revisar el teléfono, hasta hace una década, no existía… y sobrevivías.

4. Sé claro y resolutivo en tus respuestas. 

De esta forma evitarás que los mensajes y correos electrónicos regresen varias veces y pierdas tiempo entre aclaraciones que pudiste ahorrarte desde el inicio.

5. Anota tus pensamientos, no los publiques. 

Muchas veces viene a tu cabeza alguna idea que genera esa necesidad que te quema por dentro para expresarla. ¿Qué haces? La pones en las redes sociales. Pero esa idea no es para internet, sino para ti. Sustituye Twitter o Facebook por una libreta en la que anotes tus ocurrencias e ideas y después consúltalas.

6. Define zonas offline.

Asigna una habitación o lugar de la oficina (o incluso de tu casa) en el que no se use conexión a internet. Otro método puede ser un horario sin internet, a la hora de la comida, por ejemplo. Definir estas reglas te ayudará a disminuir la dependencia a un aparato electrónico.

7. Mantén el foco.

Sobre lo que es realmente importante y necesario atender en la oficina, y distingue entre lo que es crítico de lo que no es primordial en ese momento.

8. Delega.

Los mensajes y peticiones que tienen que ser resueltos por alguien más. Hay ocasiones en que interpretas como una falla profesional pasar labores y funciones de otros compañeros ante el miedo a parecer ineficiente en materia tecnológica, pero al asumir responsabilidades ajenas puedes descuidar las tuyas.

9. Conversa más. 

En la plática uno a uno surgen múltiples ideas que te estás perdiendo, pues es más fácil enviar un correo electrónico, que es una actividad sincrónica, porque no sabes cuándo lo van a leer, pero tienes la confianza de que lo harán. En lugar de enviarlo, camina cuatro pasos y conversa con ese compañero de trabajo o familiar. No te quedes sólo con los medios de comunicación electrónicos.

10. Hazte preguntas. 

No necesariamente cuestiones existenciales, pero puede ser saludable para tu desarrollo profesional y personal que hagas preguntas con cierta profundidad y busques respuestas más allá de internet, como un libro o un testimonio presencial. Eso te obligará a buscar el espacio fuera de la red.