10 de agosto de 2012

Entrena a tus empleados

Al igual que los atletas olímpicos necesitan de buenos entrenadores para alcanzar su máximo potencial, también tus empleados de alto rendimiento necesitan coaching para lograrlo.

Como dueño de un negocio, es probable que pienses que no tienes tiempo extra para invertir en el crecimiento de tu personal o que ni siquiera es necesario. Pero la realidad es que no debes dejar a un lado esta labor a un lado. Cultivar con cuidado superestrellas en lugar de sólo dictar cómo quieres que se hagan las cosas, puede eliminar la falta de productividad y llevar a tu negocio a un ritmo rápido y constante de crecimiento. Te decimos cómo lo hacen los grandes entrenadores:

Afloja las cuerdas
Al igual que los mejores atletas, los mejores empleados necesitan flexibilidad para ejercitar sus talentos.

Dale a tu personal más sobresaliente las herramientas y el entrenamiento necesario para hacer el trabajo, pero no desmotives a que aporten nuevas ideas y mejoras en la empresa. Si tu máximo vendedor tiene un estilo de conversación que atrae a los consumidores o si tu administrador de almacén tiene nuevas estrategias de dirección de equipos, dales la autonomía de traer nuevas oportunidades y visiones a tu negocio.

Estira el talento, no lo tenses
En su libro Finding Your Zone, el psiquiatra deportivo Michael Lardon examina la importancia del dominio en sí mismo en el atletismo y en la vida real. Al igual que no enviarías a un atleta a un juego sin la preparación adecuada, no mandes a tus mejores empleados a hundirse en situaciones relacionadas con el negocio.

En lugar, asígnales tareas y proyectos que les ayuden a estirar sus talentos y no a abrumarlos. Completar una nueva tarea que incremente las habilidades o las ponga a prueba aumenta su confianza y motivación. En cambio, si la tarea va más allá de la capacidad del individuo y termina en fracaso, la confianza en sí mismo puede verse afectada.

Usa el método socrático
Cuando le dices a alguien que está haciendo algo mal, la respuesta por lo general es defensiva e inhibe la comunicación. Mejor usa el método socrático de aprendizaje al enfocarte en conversaciones y preguntas que lleven a un mejor entendimiento. En lugar de decir “Hiciste esto mal”, intenta “¿Cómo piensas que salió?, “¿Por qué piensas eso?”, “¿Hay otras formas de hacerlo que podrían tener mejores resultados?”

Esto permite que el empleado llegue a sus propias conclusiones y que analice la situación sin recibir críticas negativas.

Establece metas
Los mejores entrenadores establecen una meta general, al igual que otras pequeñas metas que se enfocan en el proceso de cómo alcanzarla.

Por ejemplo, Lardon trabaja con un saltador enfocándose en tres áreas que el atleta puede controlar. Para ganar una medalla de oro, el saltador tradicionalmente necesita saltar más de 2.30 metros. Para lograrlo se necesita tener la aceleración correcta antes de saltar, lanzarse en la marca óptima y de la forma correcta para alcanzar el nivel vertical más alto. Mientras que el saltador perfecciona esas áreas (las metas del proceso), incrementa su capacidad para llevarse a casa el oro (la meta de resultados).

De manera similar, puedes entrenar a tus empleados de alto desempeño para alcanzar las metas en el proceso necesarias para finalmente lograr esa venta importante o ese gran objetivo que perseguía la empresa.

Fuente: Soy Entrepreneur

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