26 de junio de 2013

Pros y contras de franquiciar tu negocio.


Franquiciar ofrece tres principales beneficios a los dueños de negocios que buscan expandir sus operaciones:

Acceso a mejor talento
Franquiciar es una excelente forma de encontrar personas talentosas para administrar tus locaciones y darles un gran incentivo para trabajar duro. Las personas más calificadas y trabajadoras generalmente prefieren invertir en un negocio que les genere ganancias, en lugar de conformarse con un salario como empleados.

Así que, por medio de una franquicia, podrás obtener  talento que trabajará mejor para construir tu negocio de lo que conseguirías si sólo contrataras a alguien.

Fácil capital de expansión
Franquiciar es una buena forma de obtener capital para expandirte. Debido a que tus franquiciatarios te pagan para ser parte de tu cadena, puedes crecer el número de locaciones sin invertir mucho capital propio o necesitar pedir financiamiento a bancos e inversionistas.

Menor riesgo de crecimiento
Franquiciar puede generar altos retornos financieros por relativamente poco riesgo. A diferencia de añadir unidades propias, cuando franquicias, inviertes poco dinero por cada nueva unidad.

Si tienes un buen modelo de negocio, puedes cobrar regalías por ventas. El porcentaje de retorno que obtengas puede multiplicar muchas veces a lo que obtendrías si tú operaras la unidad.

En contraposición a estos aspectos positivos, te presentamos las tres principales desventajas de franquiciar tu modelo de negocio:

Menor control sobre administradores
No les puedes decir a los franquiciatarios cómo tratar a sus empleados. Los franquiciatarios son empresarios independientes. Muchas veces, las metas del franquiciante son distintas que las de sus franquiciatarios, y este tipo de situaciones pueden llevar a conflictos legales.

Una comunidad central más débil
Es más difícil conseguir que los franquiciatarios trabajen juntos que los administradores. Por ejemplo, los franquiciatarios podrían querer no pagar la cuota de publicidad para atraer clientes, imaginando que si otros la pagan, entonces tendrán su parte cubierta. Si todos hicieran lo mismo, podrías terminar sin clientes.

Retos en la innovación
Es más difícil innovar con una franquicia que si tú controlas todas tus unidades. Al franquiciar, cuando se te ocurre una idea, tendrás que negociar con tus franquiciatarios para que acepten el nuevo producto o cualquier innovación que quieras introducir, en lugar de sólo implantarla.

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