9 de febrero de 2016

LA ACTITUD IDEAL DEL EMPRENDEDOR


Así como sucede al político que pierde una campaña, el emprendedor suele enredarse tanto en su derrota y en su pasado que difícilmente podrá recuperarse de este golpe, por ello es necesario que tengas en consideración algunas actitudes que debes de tener en mente si tu deseo es seguir luchando por tus sueños y tu proyecto.

Humildad
Aunque parece un concepto muy trillado o una palabra que siempre hemos encontrado en todo lugar desde que tenemos memoria y es parte de un sermón continuo en donde quiera que nos paremos. Aun así esta palabra tiene un significado especial; cuando se tiene una actitud humilde el hombre suele aprender más, suele poner más atención a las cosas que lo rodean y eso termina por abrir un panorama más amplio de tus fortalezas y debilidades.

Dormir poco estudiar mucho
El camino del emprendedor está lleno de aprendizaje, solemos pensar que la universidad o los posgrados nos enseñan todo lo que necesitamos saber para enfrentarnos al mundo exterior. 

Esta actitud genera una mentalidad de conformismo que nos impide seguir preparándonos para ser los mejores.

Efectivamente el camino del aprendizaje jamás termina, desde la cuna hasta la tumba el ser humano se encuentra en un camino inacabable de experiencias y conocimientos que terminan por generar sabiduría; en el caso de los emprendedores gran parte de los primeros pasos se enfocan en aprender los conocimientos y obtener las herramientas necesarias para llevar a cabo sus sueños. 

Ser dueño de ti mismo
Decía Aristóteles: "El hombre más poderoso es aquel que es totalmente dueño de sí mismo". ¿Cuántas veces nuestros proyectos giran en torno a la opinión de otras personas y dejamos de hacer algo por qué pensamos que no le agradará a alguien más?

Todos alguna vez hemos caído en esta trampa anímica y social; tratamos de agradar a las personas que en muchos de los casos están esperando nuestro fracaso. Esta actitud es muy característica en gran parte de nuestra sociedad, en donde parece ser que se limita a preparar a los hombres y mujeres en un individuo estándar, un individuo que tiene miedo a intentar algo nuevo por miedo al rechazo o al qué dirán. Por ello decía Octavio Paz: "Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas se ha inyectado el veneno del miedo...del miedo al cambio.”

Ten en cuenta que si en realidad quieres ser un emprendedor, tendrás que ser diferente a los demás, asumir retos cada vez más difíciles, que te harán pensar en desistir y es ahí en donde comienza a forjarse tu carácter como líder, es decir como un verdadero agente de cambio. 

Ganar y olvidar, perder y olvidar

Otra parte importante del emprendedor es sin duda su actitud frente a la victoria y la derrota. Es muy común en el ser humano quedarse estancado en una victoria, vivir de glorias pasadas que únicamente sirven para anhelar tiempos anteriores. O peor aún, ¿cuántos ejemplos conocemos de jóvenes que pretendieron ser emprendedores y que por alguna circunstancia su proyecto no pudo desarrollarse conforme a lo planeado, lo cual los sumé en la depresión y termina por acabar con las intenciones de volver a comenzar? 

Por ello es necesario que exista un olvido, que se tomen las experiencias tanto buenas como malas como aprendizajes y queden en la memoria como una vivencia más, sin engancharnos en un recordatorio constante de victorias y derrotas que ya son para estos momentos un pasado que debe quedar en la historia. Al final de cuentas nuestro objetivo es el futuro y es ahí en donde tenemos que enfocarnos.

FUENTE: www.soyentrepreneur.com

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