Balance.
Espacios que se sientan intuitivos, “que te permitan seguir trabajando”. Esto no significa un rediseño completo y costoso de tu oficina, sino adecuar los espacios existentes con las herramientas correctas: pizarrones y plumones en las salas de juntas y lugares dispuestos en la oficina donde las personas puedan llevar su laptop y tomarse un descanso de su escritorio. La fluidez es importante.
Enfoque.
Algunos elementos del trabajo de tus empleados requieren enfoque total. Para ser totalmente productivos, necesitan mantener un nivel de atención sin interrupciones. Esto significa que cada vez que un colega se acerca a platicar amigablemente o hay una conversación cercana, se distraen y se rompe la concentración, el valor del tiempo y la energía.
Elección.
Y es que los empleadores constantemente piensan que una solución será suficiente para todos. “Si observas la evolución de la oficina, notarás que tratamos de hacer las cosas universales; eso asume que todos trabajamos de la misma manera”. En realidad, los individuos trabajan distinto, basándose en el tipo de personalidad (introvertido y extrovertido) y el puesto. Por ejemplo, “las posiciones más altas requieren colaboración cara a cara o virtual, mientras que alguien en un puesto junior necesita más tiempo de enfoque”. Los espacios de trabajo deben reflejar esta realidad y proveer distintos ambientes para que cada persona pueda personalizar su forma de trabajar a lo largo del día.
Interacción.
Uno de los elementos más importantes al diseñar una oficina, es incrementar la interacción entre empleados que comúnmente no interactúan. Interactuar con diferentes tipos de personas estimula conversaciones que pueden llevar a una nueva forma de hacer una tarea o resolver un problema.
FUENTE: http://www.soyentrepreneur.com
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